Capítulo 50
Capítulo 50
Capitulo 50 Cira se sorprendio ligeramente.
Marcelo tomo la mano de la chica y la atrajo hacia él, diciendo amablemente: No hagas escandalo, gno ves que tengo un amigo aqui? No hagas que nos miren
raro.
La chica fruncié el cefio y se quejé: -j Te estuve buscando durante mucho tiempo! Viendo el nivel de cercania entre ellos, parecia que no eran solo amigos, sino... ¢ novia?This belongs to NôvelDrama.Org - ©.
Justo cuando Cira estaba pensando esto en su corazon, Marcelo dijo: -Hablemos de lo nuestro mas tarde, no seas descortés, primero saluda a la sefiorita Lopez. Sefiorita Lopez, ella es mi quinta hermana menor, Emilia Sanchez.
Resulta que era su hermana. Cira miré hacia la chica, quien también la mir, ambas se sorprendieron al verse, y Emilia Sanchez la sefiald diciendo: -jEres tu! Cira la reconocia.
Esta joven habia estado enamorada de Morgan antes, persiguiéndolo ardientemente, enviandole flores y café, incluso esperandolo en su empresa. En ese momento, Morgan acababa de empezar algo con Cira y no estaba interesado en desarrollar otra relacion, asi que la rechazo directamente.
Coincidentemente, hubo un proyecto importante en el extranjero y Morgan la llev6 a trabajar al extranjero durante mas de un mes. Cuando volvieron un mes después, la joven no aparecié de nuevo.
Y su intersecci6n fue que, el dia que Morgan la rechaz6, ella lloré amargamente y se mojo bajo la lluvia. Cira la llevd a comprar ropa nueva y la envio de regreso a la
escuela.
Pero ahora.
Eso ya no era tan importante.
Lo importante era que esta joven tenia ese aspecto algo vivaz, completamente al gusto de Morgan. y
main puro, darte de car
Mas coincidencialmente, durante la conversacién que siguieron, Cira se enterd de que la joven se habia graduado y estaba buscando trabajo, inicialmente queria ser asistente de su hermano, pero Marcelo se nego.
103 +15 BONOS —No sera demasiada molestia para usted?
-Por supuesto que no, ya sea como médico 0 como profesor, nuestra vocacion. es ayudar a otros -Marcelo le indicd que se sentara al borde de un macetero y Cira se sentd.
Se arrodilld frente a ella, sacando un par de guantes desechables del bolsillo y poniéndoselos: —Algunas personas no estan acostumbradas al contacto de otros. Para evitar disputas médico-paciente, he adquirido el habito de usar guantes. Sefiorita Lopez, tenga paciencia conmigo.
Cira parpade6, luego de darse cuenta de lo que decia, sintid que sus palabras eran muy empaticas.
No solo evitaba que la gente pensara que tenia una mania por la limpieza o que despreciaba sus piernas, sino que también disolvia naturalmente la incomodidad. que podria sentir una mujer al ser tocada en las piernas por un hombre.
Lo mas importante era que asumia toda la responsabilidad, sin hacer que la otra persona se sintiera incémoda. No por nada era profesor.
Examin6o sus pantorrillas y dijo: -No esta dafiada de raiz, principalmente necesita tiempo para recuperarse, le ensefiaré como masajear, si lo hace en casa regularmente, se recuperara mas rapido.
Cira asintio: Gracias, profesor Sanchez.
Marcelo le ensefid la técnica mientras masajeaba, separados por una capa de guantes, ninguno de los dos sentia realmente la piel del otro.
Cira no pudo evitar mirarlo un par de veces mas. Marcelo se levanto: -Camina un poco, a ver si te sientes mejor.
Cira camin6 un poco y efectivamente se sintid mucho mejor, elogiando: Profesor Sanchez, si no sigue ensefiando, podria ser un médico tradicional famoso.
Marcelo sonrié: Gracias por planificar mi carrera, también se lo diré a mihermano, es un elogio a sus ensefianzas.
-4El profesor Sanchez esta con su novia? -un colega paso por alli, y Marcelo se quité los guantes, empujando sus lentes: -No bromeen, ella es mi paciente.
-,Paciente? gEstas promocionando tu técnica de masaje otra vez? -el colega se rid y le dijo a Cira. -;De qué clase eres? No te dejes engafiar por la cara del
Cira lo pens6 un momento y luego pregunto: -Sefiorita Sanchez, ste interesaria conocer otro trabajo? Con el curriculum de la sefiorita Sanchez en mano, Cira se preparo para regresar a la empresa.
El auto de Marcelo se detuvo a su lado: -Sefiorita Lopez, déjame llevarte.
-No es necesario, puedo tomar un taxi, es muy conveniente.
Marcelo parecié darse cuenta de lo que ella estaba considerando, y a través de sus lentes dijo: -Sefiorita Lopez, me ayudaste a presentar un trabajo a mi hermana, por razones emocionales y racionales, deberia agradecerte. Ademas, también voy al restaurante cerca del Grupo Nube Celeste para comprar algo de comer para mi glotona hermana, en realidad es en mi camino, no te preocupes.
Con eso dicho, Cira no pudo rechazar mas, agradecid y subi6 al auto, alabando casualmente: -Es muy bueno con su hermana, ese lugar suele tener fila.
Ella también queria probar qué tan deliciosos eran, pero siempre desistia debido a la larga fila.
-En casa, ella es la mas pequefia, todos sus hermanos la consienten, y yo. también estoy acostumbrado.
Llegaron justo a tiempo, la tienda no tenia mucha fila y una nueva tanda acababa de salir del horno, el aroma era perceptible incluso al otro lado de la calle.
Marcelo desabrocho su cinturén de seguridad: Lopez.
Espera un momento, sefiorita
Cira miré alrededor y di Bajaré aqui, después de que compre las empanadillas, puede simplemente dar vuelta.
Marcelo la mird, sus ojos calidos: -Espera por mi.
Esos ojos, si bien no eran especialmente hermosos, tenian una misteriosa fuerza magnética que hacia que la gente quisiera
seguirlo, Cira dudé un momento y luego dijo: -Esta bien.
Marcelo sonrié y bajé del auto.
Cira, apoyando su cabeza con una mano, hojeaba el curriculum de Emilia. No tuvo que esperar mucho, la puerta del auto se abrio de nuevo y Marcelo subié con dos bolsas.
Le paso una caja a ella: Este lugar, se dice que para asegurar el sabor, no ofrece
a comprarle cada dos por tres. Prueba y dime, sefiorita Lopez, si realmente es fan bueno, o si esa nifia simplemente me esta torturando.
Cira se qued6 sin palabras.
No solo esos ojos tenian el poder d