Capítulo 52
Capítulo 52
Evrie sintio sus mejillas arder de repente, deseando poder esconderse en un agujero para escapar de su vergtienza. La noche anterior habia rechazado a Farel con todas sus fuerzas, y ahora no podia creer que habia terminado en sus brazos. Se sentia como si le hubieran dado una bofetada en la cara.
—Ya no tengo nada en qué pensar —dijo Evrie con incomodidad—. De cualquier manera, gracias por cuidarme anoche. Tengo que irme a trabajar, adids.
Se volted para tomar su ropa del armario, con la intencién de cambiarse y salir de alli.
Farel se recost6 casualmente en el armario, con su estatura destacando elegante y relajada, y hablo con desenfado.
—No necesitas ir; pedi el dia libre para ti, Leandro Reyes ya lo aprobd. —<¢ Qué? —Evrie se detuvo con la ropa en la mano, mirandolo con los ojos muy abiertos. ~Como se atrevia a pedirle el dia libre sin su consentimiento?
—Tienes un resfriado viral, todavia hay virus en tu sistema. Para prevenir contagios, el médico dijo que debes descansar un dia —explicé Farel sin cambiar su expresion.
Al oir esto, Evrie lo miré con una cara extrafia— ~Y aun asi te me acercaste tanto ayer? Con una mirada tranquila, Farel respondi6— Por eso yo también me tomaré el dia libre. Evrie quedo sin palabras.
Farel observo su expresion aturdida y sonrid levemente sin querer.
El habia tomado medicina preventiva la noche anterior, por eso se habia atrevido a besarla tan despreocupadamente. Para él, un beso era un beso, y no seria tan tonto como para enfermarse.
Pero al ver que Evrie parecia alin mas preocupada, con un aire de tener algo que decir pero sin poder expresarlo, levant6 una ceja y la desafio— ,Acaso no te alegra tener el dia libre?
Evrie suspir6 con frustracion— Si pido un dia por enfermedad, me descuentan medio dia de salario.
Farel la miré con indiferencia— No te vi tan preocupada cuando me transferiste cincuenta mil el otro dia. Evrie bajé la cabeza— Eso es diferente.
Suspiré de nuevo, sabiendo que era inutil explicarselo, y decidid no seguir hablando.copy right hot novel pub
Habia algo de comida en el refrigerador; después de pasar hambre toda la noche, ahora sentia un vacio y un dolor sordo en el est6mago.
Evrie paso por delante de Farel con la intencién de preparar algo de desayuno en la cocina.
Pero apenas lo pas6, él le agarré la mufieca, la atrajo hacia él y la rodeé con sus brazos fuertes y esbeltos, mientras su rostro se acercaba al de ella.
Evrie abrio los ojos, asustada— 4 Qué estas haciendo? —Después de cuidarte toda la noche, creo que merezco algo a cambio. Dicho esto, la beso sin mas preambulos.
Evrie intent resistirse, pero él la mantuvo firme en sus brazos, sin darle oportunidad de responder a su beso apasionado y dominante. Su aliento fresco con un ligero sabor amargo inund6 su boca.
Ella, sintiendo la cabeza pesada y sin experiencia en resistirse, no tenia oportunidad alguna frente a él. Cuando finalmente termind, Evrie apenas podia sostenerse sobre sus piernas temblorosas.
Solo se ofan sus pesadas respiraciones en la habitacion, mientras la mano del hombre se deslizaba bajo el dobladillo de su camison, subiendo lentamente.
Evrie se estremecié como si hubiera recibido una descarga eléctrica y lo empujo con reflejos rapidos. —No te pases... Sus ojos brillaban con una mezcla de enojo y confusién, como los de un animal salvaje acorralado.
—No pensaras que me porté bien contigo toda la noche por ser una buena persona, , verdad? —dijo Farel con sarcasmo, mirandola fijamente, como un depredador observando su presa.This content belongs to Nô/velDra/ma.Org .
—Evrie, nunca he sido un buen hombre, tampoco me gusta hacer cosas sin esperar nada a cambio. Como te dije, me interesas, y seguiré interesandome por ti. Si tengo que seguir besandote, lo haré, y si tengo que seguir durmiendo contigo, también lo haré.
jEstas loco! El coraz6n de Evrie latia furioso ante sus palabras.
Cualquier gratitud que pudiera haber sentido se esfum6 en un instante.
jHabia sobrestimado su decencia! Un médico por fuera, pero un maniatico por dentro. Qué absurdo.
Decidida a escapar, Evrie intento irse, pero Farel la agarr6é del brazo, la sentd en la cama y luego sacé su celular de la mesita y lo puso en sus manos.
—Ayer alguien te llamo.
—<¢Quién es?—
—784 9...—
Farel dijo la secuencia de numeros con calma.
Al escuchar ese numero, la cara de Evrie se torcié de inmediato, revelando una gran perturbacion.
Ella sostuvo su celular y mantuvo presionado el botén de encendido; sin sorpresa, la pantalla se inund6 de llamadas perdidas y un aluvion de mensajes de texto.
Las palabras eran tan vulgares que apenas pudo soportar leerlas un instante antes de apagar la pantalla. Temia que Farel, quien estaba a su lado, pudiera echar un vistazo.
Farel ni siquiera miré la pantalla, solo observaba como el rostro de ella se iba tornando cada vez mas palido y descompuesto, y hablo con un tono que no era ni frio ni calido.
—Vender a una persona por solo quinientos mil, qué barato te vendes.—