El CEO se Entera de Mis Mentiras

Chapter 93



Capítulo 93

Alberto ya había salido. Todo lo que había dicho en el mensaje de voz, él lo había escuchado.

Raquel no sabía qué decir.

En ese momento, su mente quedó en blanco. Se levantó rápidamente, y con nerviosismo exclamó: No, presidente Alberto, déjame explicarte...

Estaba tan confundida que su celular cayó sobre la cama.

La voz de Laura siguió reproduciéndose de inmediato: -El presidente Alberto tiene un cuerpo tan bien formado, seguro que tiene los seis abdominales, además, he notado que sus dedos son largos, y dicen que los hombres con dedos largos son muy buenos, ¡Raquelita, haz un esfuerzo y ten relaciones con el presidente Alberto esta noche!

Raquel, que había intentado explicarse antes, quedó sin palabras.

¡Mejor me voy a golpear la cabeza contra la pared!

Al principio, ella y Laura estaban teniendo una conversación bastante seria, pero

nadie imaginó que Laura empezaría a hablar tan... Explícitamente. 2

El ambiente estaba tan incómodo que Raquel casi no podía soportarlo.

Miró al hombre en la puerta del baño y sonrió forzadamente: -Ya escuchaste, esas cosas las

dijo Laura, no yo.

En ese momento, decidió que lo mejor era traicionar a su amiga.

Alberto acababa de ducharse, y su cuerpo aún estaba cubierto por una ligera niebla de agua. Su rostro no mostraba emociones, solo dijo con voz firme: -Ve a ducharte.

-Está bien.

Raquel salió disparada hacia el baño y cerró la puerta de golpe.

Tres segundos después, Alberto escuchó desde fuera el grito desesperado de Raquel: -¡Ahhh!

Estaba a punto de perder la cabeza.

Alberto dejó escapar una sonrisa torcida, disfrutando del momento.

Raquel pasó un buen rato dentro del baño antes de salir. Jamás en su vida se había sentido tan

avergonzada.

Cuando salió, Alberto ya estaba acostado en la cama, con su espalda recta apoyada contra el

Capitulo 93

cabecero. Estaba usando su celular para revisar unos documentos.noveldrama

Solo había una cama en la habitación. Si él estaba en ella, ¿dónde iba a dormir ella?

No había sofá, y mucho menos espacio para extenderse en el suelo.

En ese momento, Alberto levantó la mirada, la observó y dijo: -¿Qué haces ahí parada?

Acuéstate.

Él le dijo que se acostara con él en la misma cama.

Así que esa misma noche, dormirían juntos en la misma cama.

Aunque no era la primera vez que dormían juntos, Raquel no quiso poner excusas. Levantó las sábanas y se acostó, cerrando los ojos para intentar dormir.

Poco después, escuchó cómo el hombre dejó su celular a un lado y se recostó para dormir

también.

Fuera, los rayos iluminaban el cielo y el trueno retumbaba. La luz suave de la lámpara creaba un ambiente acogedor en la pequeña habitación.

Raquel comenzó a relajarse, sintiendo sueño. Sin embargo, en ese momento, un ruido extraño vino de la habitación contigua.

La casa de huéspedes tenía casi nula insonorización, y los oídos de Raquel se tensaron sin quererlo.

Raquel no sabía qué estaba pasando en la habitación de al lado cuando, de repente, escuchó un suave gemido femenino.

Aunque Raquel estaba completamente inexperta en estos temas, no era tonta y entendió lo que

ocurría.

Ella en toda su hermosura se sonrojó al instante, ruborizándose por completo.

¿Qué clase de día era este? ¡Estaba en la misma habitación con Alberto, escuchando a otros

tener relaciones sexuales!

Raquel abrió los ojos y miró discretamente hacia el hombre a su lado. Alberto

estaba acostado en silencio, pero no había cerrado los ojos.

Raquel, algo nerviosa, preguntó: -¿Está ruidoso al lado, no?

Alberto giró la cabeza, y su mirada se posó en su rostro, que seguía rojo como una manzana. Con una sonrisa torcida, respondió: -Pensé que ibas a preguntarme qué están haciendo en la

habitación de al lado.

Raquel no sabía qué decir.

Capitulo 93

Él pensó que ella lo había hecho a propósito.


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